Visita convivencia de 3º y 4º de ESO al pueblo de Montefrío


Visita convivencia de 3º y 4º de ESO al pueblo de Montefrío. El martes 15 de Octubre un total de 90 alumnos que conforman los 4 cursos de 3º y 4º ESO partieron  junto a sus tutores y el profesor de EF del Colegio hacia el pueblo de Montefrío. Los autobuses estaban puntuales y a las 8.20 estábamos ya rumbo a nuestro destino.  Son tan solo unos 50 Km, pero la carretera se va tornando tortuosa, y las numerosas curvas  del final del trayecto hacen que el viaje dure casi 1 hora y media.

Montefrío es un pueblo destacado por su belleza visual, y  no en vano esta catalogado por la revista nacional Geográfico como uno de los 10 pueblo más bonitos del mundo, en cuanto a sus vistas y paisajes. Nuestros alumnos han disfrutado de todo ello, empezando por la entrada por la Carretera de Illora que permite ver el pueblo desde un atalaya e ir bajando poco a poco observando su imponente Castillo en lo alto y sus dos enormes Iglesias:  San Antonio, y la Encarnación

Una vez llegamos , nos dirigimos realizando una caminata hasta el castillo de la Villa, fortaleza árabe y con asentamiento romano previo, que esta en lo alto de un risco, y que tiene una pronunciada subida  de unos 20 minutos desde donde nos dejaron los autobuses.

Después de muchas cuestas, y otros muchos escalones. Llegamos a un pequeño mirador donde nos hicimos unas fotos, y poco después a la Villa. La visitaos, es un edificio construido por Diego de Siloé de gran belleza  aunque no de grandes dimensiones, pero inexpugnable y que fue la última frontera  de Al-Ándalus  hasta finales de 1400, cuando por fin las tropas cristianas vencieron finalmente los últimos enclaves  musulmanes

Una vez allí, nos asomamos a sus increíbles vistas, nos pusieron un video multimedia y nos dieron una charla sobre la construcción: Después subimos a la Torre, 116 escalones  y de nuevo unas panorámicas espectaculares del paisaje y el pueblo.

La zona en la era terciaria estaba bajo el agua , y los alumnos pudieron encontrar en las montañas, numerosas conchas. 

Partimos montaña abajo, pasamos por el Ayuntamiento y visitamos la Iglesia de la Encarnación famosos por su estructura similar al Panteón de Agripa en el que se inspiró su arquitecto. Enorme, imponente 30 metros de diámetro por mas de 15 metros de altura, y cúpula perfecta redonda que proporciona una de la mejores sonoridades del mundo. Nuestra alumna Eva Pérez nos cantó unas breves frases del Ave María que resonaron por toda la Iglesia como si en magnifico auditoria estuviéramos, sin necesidad de micro se escuchaba magnifica y ampliada su preciosa voz

Por último y tras un breve descanso de 30 minutos . Visitamos la Iglesia de San Antonio, perteneciente a los monjes Franciscanos y que ya no está en uso.

Finalmente nos dirigimos al Museo del Olivo, donde realizamos  una visita a sus instalaciones. Con diferentes muestras, utensilios , y documentos, paneles explicativos, y por ultimo un video explicativo muy interesante y artístico sobre el aceite , la recogida  de la aceituna, que a través de la vida de un olivo sus aceitunas , nos contaban en primera persona.

Hemos de agradecer al Museo del Olivo de Montefrío que obsequiaron a  los 90 alumnos y los 4 profesores con una pequeña botellita de aceite virgen extra.  En Montefrío se encuentra una de las Almazaras y almacenes de aceite más grades del España con capacidad para almacenar casi 2 millones de litros de aceite. Es la Cooperativa San Francisco de Asís. Y los aceites de Montefrío son premiados en numerosos certámenes de calidad del aceite.

Nuestros niños ya algo cansados de las largas caminatas por las calles y senderos de este pueblo construido sobre montañas se dirigieron a los autobuses que pusieron rumbo a nuestras queridas aulas del Colegio Ave María San Isidro.

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La Iglesia de Montefrío

Esta magnífica iglesia de Montefrío del Siglo XVIII es obra del arquitecto gallego Lois de Monteagudo, discípulo del madrileño Ventura Rodríguez, quien realizará en la provincia importantes iglesias de corte neoclásico diseñadas según los patrones de la Academia.

Inspirada en el Panteón de Agripa, (Lois se fue a estudiar a Roma, visitó el Panteón y quedó tan impresionado que decidió copiar las trazas y plasmarlas en esta iglesia) su estructura es reflejo no sólo de los principios estéticos del neoclasicismo, recuperando las estructuras clásicas, sino de los cambios de mentalidad dentro de una sociedad ilustrada y de los cambios producidos dentro de la liturgia religiosa.

Las iglesias se van a caracterizar por una ausencia de decoración, fruto de las críticas de los hombres ilustrados a las prácticas religiosas, que son prácticamente teatro y los abusos del clero; así como las críticas al culto de los santos y las reliquias( se había salido de una época oscura, recordar los abusos de la Inquisición), por ello el monarca Carlos III, quería hacer algo totalmente diferente a lo que se había hecho hasta ahora (barroco), algo desprovisto de decoración: el neoclásico.

En el Siglo XVII el Concejo de Montefrío solicitó la construcción de una nueva iglesia, pues había gente que no podía subir a la Villa, necesitaban una Iglesia que estuviese en el llano.

Se tiene conocimiento de un proyecto para una nueva iglesia realizado por Ambrosio de Vico para este municipio, sin embargo se desconocen las razones por las que este proyecto no llegó a materializarse. En el Siglo XVIII y tras la caída de un rayo en la iglesia de la villa hizo que la construcción de una nueva iglesia fuera imprescindible. La magnificencia de este edificio responde a la política de Carlos III de dotar a los municipios españoles de grandes templos.

Para su construcción se utilizará piedra procedente de las canteras locales y se financiará con los fondos de la Cuarta Decimal, impuesto que debían pagar los eclesiásticos que regentaban las parroquias durante los tres primeros años después de su nombramiento y que se corresponde con una cuarta parte de los diezmos (cantidad de grano que los campesinos pagaban a las iglesias cada año).

Esta iglesia se asienta en el centro de la población. Exteriormente se nos presenta como un bloque de forma cilíndrica realizado con sillares de piedra procedente de las canteras locales. A este cilindro se le adosan dos cuerpos rectangulares: uno que se encuentra a los pies de la iglesia y que sirve de entrada; y el otro, en el otro extremo, y que alberga a dos sacristías y que sirve de base para el campanario.

La fachada, que se encuentra a los pies de la iglesia, tiene forma rectangular u sobresale del cuerpo circular. En la parte superior aparece un frontón triangular sin decoración. La puerta de entrada al templo es adintelada y sobre ella aparece una placa conmemorativa en la que podemos leer el año de construcción, bajo el reinado de qué monarca se realizó y el arzobispo del momento, así como de donde procedían los fondos. Sobre esta placa encontramos un arco semicircular. Todo este conjunto aparece enmarcado por un rectángulo haciendo que aparezcan unos espacios, las enjutas, decorados con unos sencillos triángulos. El escudo real, o blasón, aparece en la clave del arco y es el único elemento decorativo que encontramos en la fachada.

Ya en el interior encontramos, frente a la puerta, el Altar Mayor y el presbiterio. En el centro de este espacio encontramos el tabernáculo (donde se alojan las sagradas formas), realizado el mas puro estilo neoclásico, labrado en mármol. El espacio creado en el interior de la iglesia hace que todas las miradas se dirijan hacia este tabernáculo.

Sin embargo, lo que más nos sobrecoge de esta iglesia es el enorme espacio interior que tiene. Sus dimensiones hablan por sí mismas: un diámetro de 30 m y una altura , 15 m, corre una cornisa con una barandilla, realizada en el Siglo XIX.

Como hemos comentado anteriormente la decoración es escasa.

Destacan los cuadros realizados por Fernando Marín en los que se representan temas como: la Encarnación, Santa Bárbara, Jesús con la cruz y San José con el niño. Debemos destacar los cuadros en los que aparecen representados cuatro apóstoles y que son de mayor calidad que los anteriores. También debemos recordar que durante la guerra civil muchos templos fueron habilitados con otras funciones que no eran las religiosas, y la iglesia de la Encarnación, como tantos otros, fue utilizada como cochera.

Muchas obras fueron quemadas en ese tiempo, e incluso la Virgen de los Remedios, patrona de la localidad, fue salvada de las llamas por un vecino de Montefrio. Se adelantó a las tropas republicanas, cogió a la virgen y la escondió debajo de los bancos, cuando cayó la noche, la envolvió en una manta y la sacó como si de un herido se tratara. Luego la llevó al hospital de las monjas (Hospital de San Juan de los Reyes) donde estuvo escondida hasta que el peligro hubo pasado.

La VILLA de Montefrío

Cuando pensamos en una imagen de Montefrío, seguro que nos vienen a la memoria, las preciosas panorámicas que se ven desde alguno de sus miradores. En ellos se descubre abajo, la Iglesia de la Encarnación, sí, esa de planta redonda tan difícil de olvidar, y arriba se nos muestra altiva la Iglesia de la Villa, enclavada en el mismísimo Castillo de Montefrío.

Tras la rendición de Montefrío, el 26 de junio de 1486, se convirtió esta Villa en un punto estratégico para las tropas castellanas, hasta la toma definitiva de Granada en 1492.

A finales del siglo XV, los Reyes Católicos mandaron construir una iglesia en la antigua fortaleza nazarí. Como era costumbre en esa época, se utilizó también en este caso, el espacio que ocupaba la antigua mezquita, para erigir el templo cristiano. Este primer templo se terminó de edificar en 1507.

Tras la instauración por parte de los monarcas, de las Siete Villas como Granero de Granada, se liberaron numerosos fondos, que sirvieron entre otros menesteres para la remodelación y construcción de las iglesias de Montefrío, Illora, Moclín, Colomera, Iznalloz, Montejícar y Guadahortuna. Diego de Siloé fue el encargado de proyectar o renovar estas iglesias a partir de 1543.

Antes de la llegada de Siloé a Montefrío, se sabe que la Iglesia de la Villa, sufrió varias remodelaciones. Entre 1538 y 1540 se instaló un retablo de madera tallada con pinturas, obra de Pedro Machuca. También se conoce que el terremoto de 1540 dejó el templo muy deteriorado, fue cuando se afrontó la construcción de una nueva Iglesia.

En 1549 se inician los estudios por parte de Diego de Siloé  y Jorge de Baeza, para la construcción del nuevo templo de Montefrío, tal y como lo conocemos hoy.

La iglesia de la Villa alcanza los veinticinco metros de altura. Está construida con muros de sillería, es de estilo gótico tardío con elementos renacentistas.

El templo se presenta en planta rectangular con una nave central, tres capillas laterales a cada lado, torre, capilla bautismal.

Cuenta con dos portadas renacentistas. La portada principal contempla columnas semi estriadas y capiteles corintios. Sobre el frontal de la puerta se encuentra una escena de la Encarnación, advocación del templo. La portada lateral es más sencilla, presenta pilastras dóricas flanqueadas por un arco de medio punto.

La nave principal se divide en cuatro tramos, está cubierta con bóveda de crucería y sus nervios se apoyan sobre la cornisa. Las capillas laterales tienen bóvedas de cañón encasetonadas. Sobre el arco de la tercera capilla de la izquierda se abre un balcón.

La nave de la capilla mayor es de planta poligonal. Se abre con un arco de medio punto levantado sobre pilastras. La cubierta tiene forma de concha semicircular, con catorce nervios.

A la izquierda de la capilla mayor se encuentra la sacristía, su acceso se realiza a través de una portada de piedra con rica decoración en el dintel. También por este punto se sube a la torre, formada por tres cuerpos, más el campanario, al que se llega por medio de una escalera de caracol de 477 peldaños

La iglesia de la Villa, es uno de los pocos templos donde pueden entrar perros. 

INTERIOR DE LA IGLESIA DE LA VILLA DE MONTEFRÍO

En el archivo de la actual iglesia Parroquial de la Encarnación se encuentra un antiguo escrito donde cuenta con detalle todo lo acaecido el 29 de mayo de 1776, día de la festividad del Corpus Christi. Los vecinos de Montefrío acudieron ese día  a la Iglesia de la Villa a escuchar misa, cuando se formó una gran tormenta. Un rayo impactó sobre el tejado de la iglesia, rompiendo las vidrieras, y provocando que grandes piedras se desprendieran de la bóveda, y cayeran sobre los feligreses. Gracias, según los montefrieños, a la intervención de la  Virgen de los Remedios, ni murió nadie ni fueron graves las heridas. Lo más destacable fue que un pequeño perro llamado Sultán, perdió su rabo a consecuencia del rayo. Por este hecho milagroso, no solo se procesiona a la Virgen de los Remedios el 29 de Mayo, sino que todos los canes tienen la entrada permitida en el templo.

A finales del siglo XVIII se abandona el templo en favor de la nueva iglesia de la Encarnación, edificada en la parte más llana del pueblo. Desde hace pocos años la Iglesia de la Villa alberga el centro de interpretación de Montefrío y su comarca.