Los alumnos de 3º de ESO: inmersión en educación ambiental


La vida de nuestro centro, poco a poco, va recuperando su vida. Así, recreos, fiestas y convivencias son solo algún ejemplo de esta normalidad pero también la vuelta de las salidas complementarias como parte de la vida y la actividad académica de nuestros alumnos. En esta ocasión, y dentro de los proyectos de Hábitos saludables y Educación ambiental, los alumnos de 3º de ESO, se han embarcado en un viaje al corazón del Parque Natural de Sierra de Segura, en Jaén.
 
A través de la materia de Geografía e Historia, y complemento a la formación recibida en clase, el alumnado ha viajado para conocer cómo se vive y trabaja en el sector primario. Los paisajes agrarios, la riqueza ambiental que ofrece la dehesa y la importancia de la agricultura y la ganadería extensiva, han sido algunos de los elementos que nuestros alumnos han podido disfrutar. ¿Hay mejor manera de aprender que sumergiéndose en el mundo real?
 

Educación ambiental: ganadería y agricultura extensiva

Educación ambiental 3 ESO

El alumnado de 3º de ESO en la visita a la cooperativa OlivaSur Natural

De lo que el alumnado aprendió en clase, pudo dar cuenta también en la pedanía de El Porrosillo, en el municipio de Arquillos. Una parada en el camino antes de llegar hasta la finca de Cañadillas Altas, en Santiesteban del Puerto.

 
En primer lugar, pudieron conocer junto a Rafael Chamorro cómo es un día de trabajo en la almazara Olivasur Natural. La descarga de la aceituna, el lavado de ésta así como su molienda fueron algunos de los procesos que pudieron ver in situ nuestros alumnos, antes de pasar a la zona de filtrado, depósito y envasado. Toda una experiencia para conocer en detalle cómo funciona una industria de base y que, a la sazón, constituye uno de los pilares económicos del entorno. Además, gracias a la generosidad del personal de Olivasur Natural, nuestros alumnos pudieron degustar el rico aceite que producen.
 
Apenas 30 kilómetros separan Arquillos de Santiesteban del Puerto, lugar donde se ubicaba el segundo de los enclaves a visitar por nuestros pequeños avemarianos. En esta ocasión se dispusieron a conocer la vida y el trabajo de una ganadería extensiva, dedicada en este caso a la cría del toro de lidia. Becerros, novillos, vacas y toros aguardaban en la dehesa, entre encinares. Allí, y de manos del periodista Luis Miguel Parrado y la familia Berrio, propietaria de la ganadería, se embarcaron en todos los entresijos que encierra el mantenimiento de la dehesa, la riqueza biológica que descansa detrás del toro bravo así como algunas de las faenas propias del campo bravo.

 

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