¿EXISTE DIOS?


La formación es un elemento esencial para todos los miembros de la comunidad educativa del Ave María. Por esta razón, no falta la ocasión para que tanto familias, alumnos como profesores renueven sus conocimientos, prácticas y estrategias educativas.

En esta ocasión, y como parte de un programa ambicioso de formación del personal docente, un representativo grupo de profesores de Educación Primaria y Secundaria, han asistido y participado activamente de unas jornadas de formación sobre pensamiento filosófico y teológico. Una forma dinámica de profundizar en el conocimiento científico sobre Dios y una experiencia sobre la que afianzar el carisma cristiano de nuestro personal y, por extensión, de nuestro centro.

El Colegio Ave María San Cristóbal ha sido el encargado de acoger al grupo de profesores de todos los centros de la institución y, entre ellos, el de nuestro colegio. 10 horas de formación en las que se ha conocido la evolución del pensamiento filosófico en torno a Dios, los axiomas ateos de algunos de los grandes pensadores de los siglos XIX y XX así como el contraste que existe entre razón, ciencia y fe.

El profesor José Antonio Castillo ha sido el encargado de preparar este ciclo de conferencias magistrales en las que se ha puesto de manifiesto la riqueza del pensamiento en torno a la existencia de Dios, desde los principios de la filosofía clásica y hasta la más inmediata realidad.

Entre los contenidos que se han elaborado y trabajo a lo largo de este curso han estado los principios de la filosofía de Platón, Aristóteles o Parménides, además de los clásicos de la teología medieval como San Agustín de Hipona, San Anselmo de Canterbury o el padre angélico Santo Tomás de Aquino.

El pensamiento teológico ha evolucionado a lo largo de los siglos y, por ello, nuestros profesores han tenido la oportunidad de reflexionar sobre ello. Así, las ideas de Descartes, Spinoza o Leibniz han formado parte de las dinámicas de trabajo y análisis planteadas por el Castillo Mirandaodo ello, como han señalado los participantes en este curso, ha servido para «plantearnos nuestra verdadera vocación como cristianos, enfrentarnos a muchas de las preguntas que existen en nuestro día a día y darles respuestas desde nuestra inquietud y nuestra propia experiencia de fe».

Y para comprobar que ciencia y Fe no son incompatibles sino que van de la mano y completan nuestro ser.