A las puertas de la fiesta litúrgica de San Isidro labrador, nuestro colegio se ha puesto de gala para celebrar el día de nuestro patrón. Una mañana que ha estado protagonizada por la entrega de premios de la Semana Cultural, las Olimpiadas Humanísticas y el AulaDJaque. Asimismo, y coincidiendo con la fiesta del patrón de los labradores, el Ave María San Isidro ha acogido la bendición de su huerto escolar.
Los más de seiscientos alumnos que conforman nuestro colegio, desde Infantil a Secundaria, han invadido las pistas y el patio de Don Andrés para acoger la ceremonia de entrega de premios de la Semana Cultural. Un acto entrañable donde se ha reconocido el trabajo que todos los alumnos han realizado a lo largo de esa semana con un sinfín de actividades: cuentacuentos, manualidades, conciertos, competiciones…
Gracias a los colaboradores y patrocinadores del colegio (Editorial Santillana, Editorial Anaya, Burlington Books y Altium Sports) nuestros niños han contado con importantes obsequios para sus aulas, además de los grandes premios para los triunfadores de las Olimpiadas Humanísticas: Emma Jiménez, de 3º ESO A; Eira Rodríguez, de 1º ESO A; y Sebastián Ruiz, de 3º ESO A. Un reconocimiento tan destacado como merecido y que se suma a la distinción que han tenido el resto de los dieciocho participantes.
Bendición del Huerto Escolar
Entre los proyectos de excelencia educativa de nuestro centro se encuentra el desarrollo del Huerto Escolar. Una iniciativa que desde Educación Infantil y Educación Primaria se ha llevado a cabo para impulsar los hábitos saludables y el compromiso medioambiental con la agricultura ecológica.
Brócolis, coliflores, lechugas o tomates son solo algunas de las verduras y hortalizas que han ido creciendo en nuestros parterres a lo largo de estos últimos meses. Por esta razón, y con la llegada del día de San Isidro labrador, nuestro colegio ha querido bendecir su huerto escolar para dar gracias a Dios por tantos frutos y bienes que estamos obteniendo.
El padre Enrique Gervilla ha sido el encargado de bendecir el huerto, invitando a nuestros niños que, como en la parábola del Sembrador, den frutos abundantes sobre la tierra.
