El Patronato de las Escuelas del Ave María es el órgano de gobierno de la Fundación. Integrado por hasta 9 patronos, supervisan y aprueban la gestión de los organismos inferiores.
El Patronato de la FUNDACIÓN PATRONATO AVEMARIANO DE GRANADA, en uso de sus facultades, y consciente de la importancia que reviste el hecho de que la actuación de la Fundación venga guiada por una seria de valores y principios, que sirvan de base en la consecución de los fines fundacionales, y siempre en pro de la doctrina y Don Andrés Manjón y Manjón y, en consecuencia por la causa Avemariana, decide aprobar el siguiente Código Ético que seguimos activamente todos trabajadores de todos los Centros dependientes de la Fundación.
Los objetivos y fines generales de la Fundación están recogidos en el Art. 5º de sus Estatutos:
Impartición sin ánimo de lucro de enseñanza y formación profesional, en todos los niveles y grados del sistema educativo, incluyendo las de Educación Infantil hasta los tres años, la guardia y custodia de niños/as hasta esa edad, las de educación especial, las de educación compensatoria y las de educación permanente y de adultos, conforme a la doctrina de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, así como los servicios complementarios de alimentación, alojamiento o transporte.
Mantener y desarrollar el pensamiento educativo del fundado de las Escuelas, Don Andrés Manjón y Manjón.
Potenciar la formación de maestros en el espíritu del fundador de las Escuelas del Ave María, tanto en su aspecto doctrinal como pedagógico y didáctico.
Promover actividades culturales, tendentes al perfeccionamiento permanente del profesorado y a la formación de los padres de los alumnos/as en relación con su Misión como primeros educadores de sus hijos/as.
Desarrollar actividades de elaboración, edición, publicación y venta de libros, revistas, folletos, material audiovisual y material multimedia, como cauce de perfeccionamiento y prácticas del alumnado de formación profesional, así como medio de divulgación del pensamiento educativo del fundador de las Escuelas, Don Andrés Manjón y Manjón.
CÓDIGO ÉTICO- FUNDACIÓN
PRIMERO.– Son principios generales de actuación para la Fundación:
- EFICACIA Y EFICIENCIA: Es deber de la Fundación actuar con eficacia para la mejor consecución de sus fines, y con eficiencia para la mejor aplicación posible de sus recursos.
- PROFESIONALIDAD: Dotando a toda la organización de la formación necesaria y de un alto nivel de auto exigencia en todas sus actuaciones.
- CALIDAD: Principio que debe presidir la prestación de todos los servicios que la fundación deba llevar a cabo en el desarrollo de los fines para los que fue creada.
- TRANSPARENCIA: Es deber de la Fundación ser transparente para su usuarios y beneficiarios, y para la sociedad en general, tanto en los resultados obtenidos, como en los medios utilizados para ello
- CONCIENCIA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL: La Fundación pretende influir en la realidad y su acción debe repercutir en la mejora de la sociedad.
- COHERENCIA: La Fundación procederá conforme a sus principios y de acuerdo a los fines fundacionales expresados en sus Estatutos, imprimiendo a sus actuaciones el carácter desinteresado y sin ánimo de lucro que acompañó la voluntad de su fundador. Las actuaciones de la Fundación serán siempre coherentes con su condición de Institución docente, religiosa, benéfica y autónoma.
No se aceptarán fondos procedentes de actividades ilícitas contrarias a los derechos humanos reconocidos por los tratados internacionales, o a los valores fundacionales. Tampoco se aceptarán donaciones o ayudas condicionadas cuando éstas vulneren algún objetivo o valor fundamental o pongan en entredicho la necesaria autonomía de la fundación. - SOSTENIBILIDAD: La Fundación actuará con observancia de las normas sobre desarrollo sostenible, contribuyendo así a la mejora y mantenimiento del medio ambiente.
SEGUNDO.- La Fundación realizará una política de personal transparente y acorde a la legislación vigente, asegurando la correcta formación del personal y de que su perfil sea el adecuado para cumplir con el principio general de calidad en la ejecución de sus actuaciones, y, en su caso, en la prestación de los servicios a sus beneficiarios.
TERCERO.- La gestión económica y patrimonial de la Fundación ha de ser coherente con sus fines fundacionales y su condición de entidad sin fines lucrativos, debiendo estar presidida por los principios de productividad, transparencia y control interno y externo. En este sentido la gestión de los recursos debe ser eficaz y eficiente y tendente a diversificar las fuentes de financiación de la Fundación.
CUARTO.- La Fundación mantendrá una relación de cooperación con los organismos públicos, basada en los valores de claridad, la coordinación y la complementariedad.
QUINTO.- Son objetivos generales de la Fundación los siguientes que emanan de las propias palabras de D. Andrés Manjón fundador de las Escuelas del Ave María:
1º.-“EDUCAR ENSEÑANDO”
“El Ave María aspira a enseñar haciendo, para educar enseñando”, como indica el fundador en el reglamento que redactó en 1908 para sus Escuelas. En consecuencia, las Escuelas del Ave María se proponen capacitar a sus alumnos/as:
Para que trabajen por sí mismos, con una gran preocupación por la cultura y la investigación, cultivando y desarrollando su capacidad de razonamiento y su espíritu creativo par que sepan hacer frente a los problemas que la vida actual les plantea.
Para que adquieran técnicas y métodos de estudio, que les cualifiquen para su futuro desarrollo como personas y profesionales.
2º.-“HACER DE LOS NIÑOS Y NIÑAS HOMBRES Y MUJERES CABALES”
Estamos convencidos del poder de la educación. Don Andrés Manjón afirmaba que “La educación es una palanca casi omnipotente; es capaz de hacer milagros constantes, es decir, frecuentes y de efectos perseverantes; bien manejada, es susceptible de dar un vuelco, no sólo a los individuos, sino a aquellos enteros”. Para fomentar hombres cabales, en las Escuelas del Ave María nos proponemos:
Fomentar el sentido de la Justicia, la Libertad y la Responsabilidad.
Preparar progresivamente para el uso responsable de la libertad.
Facilitar a los niños y niñas la creación de hábitos democráticos de aceptación y respeto a las opiniones y derechos de los demás.
Conseguir un ambiente de convivencia y comunidad tal que se tome conciencia de que el ejercicio de nuestros derechos y libertades tiene un límite: Los derechos y libertades de los demás.
Desarrollar la personalidad de cada niño o niña, descubriendo lo positivo.
Crear un ambiente de trabajo, respeto, alegría y cordialidad.
3º.-“EN CONDICIONES DE EMPLEAR SUS FUERZAS ESPIRITUALES Y CORPORALES EN BIEN PROPIO Y DE SUS SEMEJANTES”
Las Escuelas del Ave María pretenden, en la actual sociedad educar a los niños/as para convivir en paz, en la sociedad democrática y pluralista: se propone capacitarles para discernir lo bueno y lo malo a la luz del Evangelio y que sean consecuentes con sus actos. En consecuencia procurarán:
Crear una atmósfera que favorezca la solidaridad, la cooperación y la convivencia integradora.
Capacitar al alumno/a para que se integre en una sociedad pluralista y democrática.
4º.- “HOMBRES SANOS DE CUERPO Y ALMA, BIEN DESARROLLADOS”
Si nos proponemos, de acuerdo con el pensamiento de Don Andrés Manjón, formar “Hombres sanos de cuero y alma, bien desarrollados”, es preciso que incluyamos el cultivo y desarrollo de las facultades físicas de nuestros alumnos/as, como medio para conseguir del cuerpo un instrumento útil del alma.
Pero no basta con fomentar la actividad corporal. Si nos proponemos lograr una educación integral debe concederse particularmente atención al cultivo de los valores del espíritu. Por eso se concederá especial interés al desarrollo de la capacidad de aprender, y, expresión estética y artística; en sus distintas manifestaciones.
5º.- “FORMAR HOMBRES Y MUJERES DIGNOS DEL FIN PARA EL QUE HAN SIDO CREADOS”
Las Escuelas del Ave María no se contentan con instruir, sino que se propone educar, y por consiguiente, deben cultivar todas las dimensiones de la personalidad de los alumnos/as, y entre ellas, la dimensión religiosa que ocupa un lugar importante.
Entendemos que el ideal de nuestra Escuela es formar católicos conscientes y comprometidos, que usen sus talentos, sus valores cristianos para construir una sociedad mejor. Las Escuelas del Ave María, en consecuencia:
Ofrecerán a sus alumnos/as el anuncio explícito del mensaje evangélico de forma progresiva y adecuada a su edad, de suerte que queden iluminados por la fe conocimientos que vaya adquiriendo del mundo, de la vida y del hombre.
Estimulación en la práctica de una vida litúrgica y sacramental.
Favorecerán la incorporación a los movimientos católicos mediante la participación en las actividades de la parroquia. La propuesta de este modelo de educación cristiana no está reñida con el absoluto respeto que merecen las familias que deseen para sus hijos/as otro tipo de educación, a cuyo efecto deben indicarlo al inscribirse en el Centro.
6º.- “FORMAR HOMBRES DIGNOS DE LA SOCIEDAD A LA QUE PERTENECEN HOY MUY NECESITADA DE HOMBRES CABALES”
La formación social no puede tener por objetivo reproducir sin más el modelo de la sociedad existente, sino disponer a los alumnos/as para que puedan abordar cívicamente esa sociedad a intervenir en ella para cambiarla y modificarla.
En las escuelas del Ave María nos proponemos desarrollen nuestros alumnos/as:
La capacidad de relaciones personales.
La apertura y respeto a los demás.
La actividad de servicio.
El respeto profundo a la libertad y dignidad de los otros.
La consideración de la religión como instancia crítica de la sociedad.
7º.- “LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES”
Los objetivos que nos proponemos no podrán lograrse sin la participación de los padres, primeros educadores de sus hijos/as. En este sentido afirmó Don Andrés Manjón: “Para que la enseñanza sea educadora debe de estar de acuerdo con los distintos educadores. Si así no se hace, desharán unos la obra de otros, perderán el tiempo y perderán al educando, que será lo más lamentable. Las Escuelas del Ave María serán paternales enseñando y educando auxiliares de los padres en la formación de los hijos; serán la continuación del hogar por la confianza, el amor, la libertad y el cariño.”
Por eso, las Escuelas del Ave María desean fomentar en las familias la participación en la marcha del proceso educativo, como miembros de la comunidad escolar.
SEXTO.- DIFUSIÓN. La Fundación se compromete a difundir este Código Ético entre todos sus miembros, y darlo a conocer a la sociedad en general, por los medios a su alcance.